Los números
Superficie 88.6 km² (Gobierno de Puerto Rico)
Habitantes 28,977 (2016, estimado del Censo)
Dato1,000 viviendas dañadas
María desmembró las vías de Barranquitas
El huracán rajó la tierra en este municipio y dejó a sus vecinos al borde del aislamiento total
El verde de Barranquitas ya no existe. Falta su acostumbrada vegetación y entre sus curvas no hay luces, de ningún color, luego del huracán María. Llegar al montañoso pueblo es complicado y salir de él -desde su casco urbano- aún más. Puede tomar media hora, a veces más tiempo, según empleados del municipio. El potente ciclón destruyó terrenos, derribó árboles, arruinó cosechas, tumbó postes de tendido eléctrico y varios cuerpos de agua invadieron casas empapando todo. Durante un periodo, sin comunicaciones, Puerto Rico no supo nada de Barranquitas.
Cuarenta días después del huracán, el pequeño municipio informa que todavía ninguno de sus ocho barrios tiene energía eléctrica. Las estructuras que están iluminadas, como el Centro de Salud Integral, operan con generadores a diésel.
El escenario se oscurece aún más debido a que las carreteras principales siguen intransitables. María se tragó tramos enteros, mordió parte de sus vías o provocó derrumbes significativos que impiden recorrer las vías. Doce puentes de Barranquitas quedaron seriamente afectados, obligando a los conductores a andar recorridos mucho más extensos o que más peligrosos.

Un hombre brinca un puente colapsado en la carretera 152 en dirección desde Naranjito a Barranquitas en el barrio Quebradillas.
Mientras la ayuda parece llegar más rápido a la región metropolitana y a ciertos sectores costeros de la isla, el problema es más complejo para Barranquitas, como para otros ayuntamientos del centro del país. Fue declarado por las autoridades locales como uno de los quince municipios más incomunicados. Aquí, el 61.2% de la gente vive por debajo de la línea de pobreza, según el Censo de Estados Unidos.
Vecinos llegaron a tildar de lenta la ayuda del gobierno central y del cuerpo militar estadounidense que asiste en el desastre humanitario. Familias del barrio Barrancas, como de otras zonas, denunciaron la escasez de agua potable y alimentos. “Devastado”, describió lloroso el alcalde Francisco “Paco” López López, a lo que quedó en pie de su municipio, días después del ciclón. Cuando finalmente le llevaron suministros, una mujer del sector Los Mercado estalló en llanto. La conmovedora escena, documentada por El Nuevo Día, sigue vigente y refleja la difícil realidad que todavía viven los barranquiteños.
Un día con una familia héroe de Barranquitas.
Hasta mil viviendas resultaron dañadas en este pueblo y solo una tercera parte de sus residentes tiene servicio de agua potable, lamenta el municipio. Familias de Quebrada Grande, como de otros barrios, perdieron sus hogares. Algunas casas se fueron con el viento o quedaron inundadas. Otras cayeron por barrancos, se deshicieron o terminaron cubiertas por el lodo.

Hiram Rivera, un vecino de Barranquitas, observa los daños provocados en su redisidencia.
Y la industria agrícola de Barranquitas también padeció las consecuencias del huracán. Miles de matas de plátano fueron aplastadas por las escorrentías y los vientos intensos. Quedaron devastadas muchas cosechas de verduras y frutas, desde ñame y apio, parcha y limón, jengibre y ajíes dulces. En el barrio Palo Hincado, el agricultor José Concepción Rivera López expuso que se trata de una "pérdida total". Como él, muchos tienen que volver a empezar.
Cuantiosas perdidas en la agricultura en Barranquitas.
Con excepción de los días en que los militares llegan con agua y comida, el municipio de Barranquitas informa que viaja diariamente a un centro de distribución en Bayamón. Allí recogen suministros, para luego transportarlos a su cancha Juan Carlos Berríos y llevárselos a sus residentes.
Pese a la inevitable incertidumbre en medio de este duro contexto social, algunos barranquiteños colaboran como voluntarios e intentan reabrir el camino hacia la reconstrucción de su pueblo.
La montaña se une para levantar a Puerto Rico.