Los números
Superficie 143.6 km² (Gobierno de Puerto Rico)
Habitantes 42,744 (2016, estimado del Censo)
Dato70,000 personas bajo aviso de desalojo
DatoUno de los municipios en alerta por la represa
Desalojaron a miles de personas por la represa de Isabela
El aliviadero del embalse Guajataca sufrió varias fisuras y estuvo a punto de quebrarse
El gobernador Ricardo Rosselló ordenó el desalojo de cerca de 70,000 personas residentes de Isabela, Quebradillas y San Sebastián ante el temor de una inundación repentina que pudiese ser provocada por los daños que el huracán María ocasionó en un área de la represa del lago Guajataca.
El viernes 22 de septiembre, dos días después del paso del ciclón, los tres municipios en riesgo de inundarse si colapsaba el área del aliviadero de la represa, ubicada en Isabela, estaban incomunicados telefónicamente, tampoco tenían energía eléctrica por lo que el acceso a los medios de comunicación era mínimo y muchos de sus caminos viales estaban cerrados.
Los residentes más expuestos eran los vecinos del sector El Canal, en el barrio Planas, porque las casas de estas 94 familias son aledañas al cauce del río Guajataca. Las lluvias regadas por el huracán María hicieron que el río La Plata llegara a 50.14 metros, 14 centímetros por encima del nivel de desborde. El gobierno municipal tuvo que desalojar a la gente de urgencia.

Vista aérea de la represa de Guajataca, tras la subida de las aguas del río La Plata que impactaron su estructura.
Mientras tanto, el gobierno estatal activó autobuses para recoger a residentes prácticamente todo el municipio isabelino. Incluso, el Servicio Nacional de Meteorología emitió un aviso de riesgo de inundación debido a la represa.
“Como medida cautelar se está evacuando a todo el mundo”, dijo el secretario de Seguridad Pública, Héctor Pesquera.
Además, se cerró un tramo de la carretera PR-2 por temor a que, si la represa colapsaba, la presión del agua pudiese destruir un puente en esa área, según explicó el inspector Miguel Vélez, de la región policial de Arecibo, cercana a Isabela.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos consideró el área como una de alto riesgo. La fuerza del agua que llegó a la represa durante el temporal causó daños en el aliviadero, que es una especie de desagüe ubicado en el punto más bajo de la represa.
La corriente destruyó tres placas ubicadas en este aliviadero y le provocó dos fisuras. También rompió un tubo de 54 pulgadas que llevaba el agua para ser tratada por la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA).
El Cuerpo de Ingenieros desplegó oficiales, pilotos y soldados en la zona e inició un plan para reforzar la represa en caso de desborde.
Así intentan reforzar la represa del lago Guajataca
“No sabemos cuánto tiempo más va a aguantar porque ya la integridad de la estructura ha sido comprometida de manera significativa”, dijo Rosselló, quien sobrevoló el área con parte de su gabinete y con el director para el Caribe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), Alejandro de la Campa.
Aunque reconocía la peligrosidad de la situación, el alcalde de Isabela, Carlos Delgado Altieri, y su homólogo en Quebradillas, Heriberto Vélez, opinaron que se sacaba de proporción el efecto de las inundaciones sobre sus municipios. Ambos coincidieron en que aun cuando la represa colapsara, el agua no llegaría a áreas que el gobierno estatal quería desalojar.

Soldados de la Guardia Nacional limpian y reconstruyen los canales del barrio Llanadas para ayudar a liberar la presión de la represa de Guajataca. (Alexis Vélez/Ejército de EE.UU.)
Cientos de personas se refugiaron en el coliseo de Isabela ante el temor a una ruptura en la represa de Guajataca. El municipio tenía tres refugios: en el centro Boys and Girls; y en las escuelas Gloria González y Francisco Mendoza. Allí imperaba la incertidumbre debido a la poca y contradictoria información que fluía.
“Todavía no he podido ver cómo está mi casa y mi perro. La comunicación no ha sido la mejor. Ni un radio tenemos para saber lo que está pasando aquí y en otros lugares”, dijo José F. Muñiz, residente del barrio Planas, que fue desalojado de su hogar.
Por otro lado, Delgado Artieri estimó que cerca de 2,000 familias perdieron parte o completamente sus techos debido a la fuerza de los vientos del huracán.
Además, el ejecutivo municipal informó que “básicamente, la infraestructura de energía eléctrica ha quedado toda en el piso”. Ningún sector tenía servicio.
En este municipio del noroeste del país, los sectores más afectados se encontraban en la zona costera, donde los problemas de erosión y daños a la infraestructura llevaron a los más de 42,000 habitantes a retroceder 40 años en el tiempo.

El suboficial de segunda clase, Jonathan Cruz-Sepulueda, de la Guardia Costera entrega agua y suministros a un grupo de vecinos en Isabela, afectados por el desalojo de la represa de Guajataca. (David Micallef/Guardia Costera)