Las huellas, a un año de María
En los 21 pueblos por donde pasó el ojo del huracán, la recuperación avanzó a diferentes ritmos, el recuerdo de aquellos días entre la gente sigue muy presente, mientras el futuro se alza sobre el horizonte cargado de esperanza.20 de septiembre de 2018
Introducción
A un año del impacto del huracán más poderoso que afectara a Puerto Rico en un siglo, recorrimos los 21 pueblos por los que pasó su ojo, según el Servicio Nacional de Meterología, y donde María dejó su huella más destructora.
Junto a los vecinos repasamos los recuerdos de aquellos días, el camino hacia la recuperación y las luchas que aún siguen pendientes en vivienda, ayudas, infraestructura y asistencia social. Pero también cómo vislumbran un futuro que, a pesar de lo vivido, se presenta marcado por la esperanza y la reconstrucción.
I. El desembarco del huracán
María tocó tierra de madrugada y entró por Yabucoa. En su derrotero castigó a Maunabo, Patillas y Guayama. Aquí, las luchas y recuperación de los pueblos que recibieron el primer impacto.
Yabucoa, el primer pueblo impactado por María, lucha por salir de la depresión
El 20 de septiembre, el huracán entró por ese municipio y lo devastó. A un año, la salud mental de sus vecinos es el mayor desafío de este pueblo.
Maunabo recupera su agricultura de la mano de los jóvenes
A pesar de que el huracán María destruyó todas las cosechas del municipio, la cantidad de agricultores jóvenes va en aumento.
Las huellas del huracán sobre la pesca aún se sienten en mar y tierra
Los pescadores de Patillas luchan por sobrevivir en una industria castigada por María.
Hablar por celular o navegar por Internet, el desafío que lograron sortear los puertorriqueños
Más del 60% de los pueblos quedaron incomunicados y en el resto apenas había señal. Un año después, la mayor parte de la isla se ha recuperado, pero en Guayama persisten los problemas.
II. Rumbo a las sierras de la isla
Los vientos furiosos de María pusieron proa hacia San Lorenzo, Caguas, Cidra y Cayey y barrieron con todo a su paso. Cómo se recuperan estos pueblos un año después.
La calma regresa a las montañas de San Lorenzo
Tras un año del huracán María, las residencias comienzan a experimentar la recuperación, mientras que otros aún viven bajo el azul de los toldos.
Los atletas de Caguas lograron brillar pese a los desafíos que les trajo el huracán
De las 87 medallas capturadas por Puerto Rico en los Juegos de Barranquilla, 12 regresaron a la isla en los cuellos de los criollos.
Son 10 en la familia y desde el huracán viven apiñados en una pequeña casa en Cayey
Tuvieron que mudarse todos juntos luego de que el huracán María destruyera sus hogares.
Los vecinos de Cidra, la primera línea de respuesta ante la emergencia
Familias y comunidades cidreñas demostraron su compromiso de autogestión para ayudar a que el municipio se recuperara.
III. A través de las montañas
Naranjito, Corozal y Morovis ofrecieron resistencia desde las alturas, junto a Comerío y Aguas Buenas. Mientras, Bayamón no pudo evitar los vientos de cola del huracán. Su gente aún tiene muchas necesidades, pero pelean por salir adelante.
Aguas Buenas: la vida atrapada en azul
Mientras muchos han podido dejar atrás los toldos, la historia de un vecino de 65 años que aún batalla por tener un techo donde dormir se repite en la isla.
“El río nos destruyó, pero nos unió”
A un año de María, Comerío ha reverdecido pero las heridas que dejó el huracán siguen abiertas.
El hielo, ese antojo que se volvió una urgente necesidad
La falta de energía y refrigeración que dejó el huracán disparó la demanda de cubitos. Las fábricas no daban abasto y tuvieron que producir día y noche. A 12 meses, las ventas y el consumo de hielo siguen al alza en Bayamón.
“Eso es una fecha que no se me va a olvidar nunca”
María pisó el Barrio Nuevo de Naranjito con sus pies de coloso. Tocar el tema es como sacudir un árbol mojado: caen recuerdos que no mojan, pero empapan.
El cuartel de la angustia y los héroes inesperados, perseguido por el fantasma de María
Es el de la Policía de Corozal donde se vivió el dramático rescate de sus oficiales durante el huracán. No olvidan aquellos días y advierten que no volverán a ponerse en peligro.
“Estaba asustada, pidiéndole a papito Dios que pudiéramos cruzar el río para ver a nuestra familia”
Las mujeres que se volvieron símbolo en Morovis recuerdan los días en que tuvieron que atravesar las aguas luego de que el huracán María arrancara el puente que conectaba con otros barrios. Reafirman sus luchas presentes y repasan los días de aislamiento.
IV. La salida
El huracán partió de la isla entre las costas de Quebradillas, Hatillo y Camuy, pero antes de seguir su camino dejó su marca en Arecibo, Florida, Manatí y Vega Baja. Así, repararon sus vidas allí.
Una nueva vida para los arrecifes de coral en Vega Baja
Un grupo de voluntarios lleva adelante un programa de siembra de estos animales marinos que dejan más de $1,400 millones al año en la isla, mientras las autoridades buscan $31 millones para rehabilitarlos tras el impacto de los huracanes.
Plantar árboles y sembrar vida para que las costas de Manatí vuelvan a nacer
El huracán María barrió con los bosques costeros que amortiguaron el impacto sobre el pueblo. Ahora, se esfuerzan por reforestar el área.
En Florida todavía no se recuperan de la muerte de sus mascotas
A un año del paso del huracán María, en la comunidad de Selgas siguen lamentando la pérdida de sus animales, mientras el sumidero que inundó la comunidad sigue siendo una amenaza.
Arecibo ancla sus esperanzas en el crecimiento del turismo
Aunque la reconstrucción y el control de inundaciones va a paso lento por la demora en el desembolso de fondos, el municipio apuesta a varias iniciativas turísticas para salir de la crisis.
La producción de leche avanza a paso lento en Hatillo
El azote del huracán dejó a la isla casi sin lácteos, pero la perseverancia de los ganaderos ha puesto a andar a la industria otra vez.
Camuy necesita ayuda para que su agricultura vuelva a florecer tras María
A pesar de que el huracán causó graves daños, los agricultores señalan que sus problemas son anteriores a la supertormenta y piden a la gente que apueste a sus productos.
El temor a las aguas de Guajataca, la espada de Damocles para Quebradillas
Más allá de las pérdidas materiales, en este pueblo, el mayor peso que los vecinos siguen cargando es el emocional.
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